A mediados del mes de diciembre comienza a escucharse en todo el país la música de Navidad. Las poblaciones grandes y pequeñas se organizan en grupos que reviven la vieja tradición española que, como otras tantas, tomó color propio dentro de nosotros y para este tiempo hizo característica a la presencia del furruco junto al cuatro, charrasca y maracas.
Este aporte fue enriquecido notablemente y la tradición de homenajear el nacimiento de Jesús con música y canto adquiere singularidad. En la mayor parte de las comunidades del interior del país suelen verse los músicos que recorren las calles cantando aguinaldos y pidiendo a su vez su aguinaldo, dedican sus versos, tanto a la festividad como al agasajo de los dueños de casa donde se hace presente el grupo, conocido comúnmente como parranda de navidad; los parranderos cantan a situaciones de interés local, a la alegría colectiva que representa la pascua florida y a la formulación de votos por la prosperidad futura.
Junto a las agrupaciones que vinculadas a la Iglesia reafirma la presencia del villancico, ofrece una gran variedad de tipos de expresión musical dedicada a las fiestas de Navidad.
La realización de misas en víspera de Navidad, a partir del 16 de diciembre es conocida como Misas de Aguinaldo. De su celebración existen evidencias desde el año 1700 en España, donde está igualmente asociada a la ceremonia la ejecución de música en homenaje al nacimiento de Jesús. Se efectúa, como es conocido, en horas de la madrugada y movilizan a diversos sectores de la población que, al concluir el acto religioso propiamente dicho, recorren las calles cantando villancicos y toman posada en casa de familiares y amigos.
Según Angel Rosemblat. «En esas misas de aguinaldo, por concesión especial de la Santa Sede a Venezuela, se pueden incluir las misas votivas a la Virgen, aunque el rito del día lo impida. Y el episcopado venezolano dio un 1928 la siguiente instrucción: Los villancicos de Navidad llamados entre nosotros aguinaldos, no podrán cantarse más dentro de la misa, pero sí los permitiremos inmediatamente antes o inmediatamente después del Santo Sacrificio con la prohibición absoluta de acompañarlos con instrumentos que no son religiosos, como guitarra, maracas, pandero y el tambor vulgarmente denominado furruco»
Podemos decir que hoy en día ha sido modificada esa disposición, tanto en Misas de aguinaldo como en las misas de Gallo, pues se mantiene el horario madrugador y la participación familiar hasta las iglesias, con el alborozo paseo por las ciudades y pueblos adormecidos. Es habitual que las mismas sean patrocinadas por gremios de profesionales y comerciantes de la comunidad, quienes también se ocupan de preparar desfiles por las calles, así como de organizar grupos de músicos, provisión de cohetería, bebidas y alimentos.
Texto extraído de la Revista Bigott #9 del año 1986, editada por Fundación Bigott.