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La tradición popular ha establecido el 28 de diciembre como el día de los Locos y Santos Inocentes. Por eso se realiza para esa fecha una serie de manifestaciones de tipo ritual, que varían según la región, y que incluyen actos bufos, bromas y juegos para la diversión colectiva. Esto ha determinado que se le conozca también como Fiesta de Locos, donde el objetivo es hacer “caer por inocentes” a los desprevenidos.

En muchos pueblos y ciudades hay gente que cumple con el pago de promesas haciendo el recorrido de los locos o mamarrachos, cuya característica principal es la inversión de los roles sexuales. Después de la asistencia a la misa, los locos se agrupan en pequeñas comparsas llamadas locainas para visitar los hogares de amigos y desconocidos haciendo picarescas interpretaciones; van hablando en falsete para evitar ser reconocidos, divirtiendo a todos con sus bailes y ocurrencias.

Locos de la Vela

En el estado Falcón son famosos los Locos de La Vela, personajes de sexo masculino que recorren las calles el Día de los Inocentes, enmascarados y ataviados con espectaculares y aparatosos trajes femeninos.

Según testimonio de los pobladores del lugar, en el transcurso del tiempo indumentarias y máscaras. que antes eran trajes harapientos y máscaras sencillas como las de los “mamarrachos” variado considerablemente. En la actualidad a los trajes se les denomina popularmente “Fantasías” y en su diseño y confección los creadores dan rienda suelta a su imaginación. Es evidente, por sus características, que han incorporado influencias de fiestas carnavalescas de otras regiones del mundo. Meses antes en los hogares comienza la cuidadosa elaboración de estos complejos trajes; se trata de mantener en completo secreto formas, colores y materiales, para poder causar, con su originalidad, el mayor impacto el día de la celebración.

El desfile de los Locos el Día de los Inocentes es acompañado por un conjunto musical compuesto por ejecutantes de tambora, cuatro, guitarra, charrasca, maracas y furruco, instrumento típico del período de Navidad en nuestro país. El pintoresco cortejo recorrerá las calles y se detendrá en algunos lugares. que se han seleccionado previamente. Los dueños de casa estarán así preparados para la recepción del grupo, al que ofrecerán comidas y bebidas.

El 27 de diciembre en la noche, víspera del Día de los Inocentes, comienza la fiesta. Recorre las calles un personaje vestido con levita y sombrero de copa -la Mojiganga-, quien notifica a los pobladores el inicio de la celebración con la lectura de un decreto redactado por la Asociación de los Santos Inocentes de la localidad y avisa a las familias elegidas que serán visitados por los locos al día siguiente. Va montado en un burro y acompañado por un alegre grupo de músicos que interpreta el ritmo típico de La Vela o «tambor veleño».

La mañana del día 28, comienza con el primer estallido de cohetes. La misa de Inocentes es a tempranas horas, los locos ya vestidos se dirigen al templo y al final de la misa besan la imagen del Niño Jesús, las comparsas y disfraces son bendecidos por el sacerdote. Luego se congregan en la plaza. Desde muy temprano en la mañana otro personaje -el Correo-, vestido como pordiosero, recorre las casas que La Mojiganga visitó la noche anterior: suena entonces el segundo estallido de cohetes. El tercer estallido indica a la población que ya los locos están en la calle.

Día de los InocentesParte de los integrantes del grupo es «Cucurucho», otro personaje disfrazado que lleva un sombrero cónico y cuyas misiones asustar a la chiquillería, que sigue alborozada el recorrido. Antiguamente, en este día los locos tengan permiso para posesionarse de todo lo que encontraran en las calles -cerdos, pollos, gallinas- y detenerse en los negocios de la zona donde podían tomar lo que quisieran sin pagar, por lo que los comerciantes acostumbraban a cerrar sus establecimientos para evitar daños.

Locos correos y boleros

En Panaquire, Tapipa, Caucagua, Aragüita y El Clavo, estado Miranda, se celebra con el desfile por las calles del pueblo de personas ataviadas con trajes estrafalarios, las caras pintadas de negro o con impresionantes y aterradoras máscaras.

Como se trata de miembros conocidos de la comunidad, se les permite entrar en las viviendas de los residentes, donde simulan «robar» algunos objetos que son luego vendidos por precios irrisorios al vecino. Para recuperar sus pertenencias, se las «compran» a éste por el mismo precio por el que se las vendieron: esta cantidad se le da como aporte al visitante enmascarado; también piden colaboración a los transeúntes y a los comerciantes, quienes les dan contribuciones monetarias.

Los integrantes del grupo van reuniendo el dinero que han recolectado en sus recorridos del día en alcancías improvisadas y, al final de la tarde, compran con estos fondos los ingredientes necesarios para la preparación de un sancocho y bebida para brindar en esta fecha.

Significación Social

La representación de los locos sirve como factor de crítica social al romper las normas y como expansión psicológica mediante la inversión de valores para liberar sentimientos reprimidos.

Esta celebración era una fiesta pagana antiquísima en Europa, que luego la iglesia trató de extender haciendo coincidir su fecha de celebración con el Día de los Inocentes. En Venezuela, esta tradición ha sobrevivido adquiriendo particularidades regionales.

Texto extraído de los libros Atlas de tradiciones venezolanas y Fiestas tradicionales de Venezuela, editados por Fundación Bigott.