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Cultura popular

¡CARNAVAL…! ¡CARNAVAL…!

By 09/02/2018noviembre 18th, 2020No Comments

¿Cómo y dónde se originó?

Precisar el momento de inicio de las celebraciones del Carnaval en el mundo no pareciera una tarea de fácil logro, tampoco sería fácil determinar el lugar o la tradición de la cual se originó. Existen sí hipótesis que sugieren como su génesis diversos rituales de la antigüedad. Hay quien se atreve a proponer que el mismo viene del rito que rendían a los faraones en honor al dios Apis. Otros lo relacionan con los festejos dedicados al dios del vino, Dionisio, en la Grecia antigua en la que existía sacrificio de animales, representaciones teatrales y actores disfrazados que protagonizaban diversos dramas. También la relacionan con Lupercio divinidad asociado con un lobo y con el dios Fauno. No existe pues un origen definido, así como un lugar o un “cuando” específico.

En épocas más cercanas, los antecedentes de la festividad se atribuyen a la celebración de la Cuaresma, un período en el que se conmemora con abstinencia los cuarenta días de ayuno y privaciones de Jesús en el desierto. Se prohíbe el consumo de carnes, sustituyéndolas por otras dietas como el pescado. El sexo y otros placeres terrenales también son prohibidos. Es momento para el recogimiento y la oración. Por este motivo es permitido durante los días previos los excesos en el consumo de aquello que posteriormente estará vedado.

¿Qué es y cómo es el Carnaval?

El carnaval es época en la que se invierten los valores, donde el hombre puede representar al sexo femenino, así como el sexo masculino ser representado por su opuesto. Esta celebración va adquiriendo matices distintos en cada lugar y época. Reinas, carrozas, desfiles, disfraces es lo más común en un mundo en el que lo moral-religioso cede espacio a lo turístico, la autoridad y las normas son retadas, y las líneas que marcan las diferencias sociales se desdibujan.

La autoridad suprema del Carnaval es representada por un reinado que se elige días previo a la celebración, y gobernará hasta ser sustituidos el próximo año. Reinas y reyes de carnaval ocupan sitio de honor, mientras la cotidianidad entra en una dimensión mágica, y la rutina de todos los días pierde relevancia: trabajar, vestir en la formalidad habitual, “comportarse” socialmente. El rostro se oculta con máscaras o elaborados maquillajes, el motivo de cada día es la fiesta. El disfrute y el consumo excesivo son la prioridad.

El Carnaval en el mundo

El Carnaval es celebración propia de muchos países. Los carnavales de Niza (Francia), gozan de justificada fama. Cada año, flores por toneladas, carrozas bellamente equipadas y decoradas, artistas callejeros, muñecones burlescos representando a personajes famosos de la política, la televisión y el cine, en un desfile colosal en el que las carrozas y disfraces ocupan la atención, y la “guerra de flores” es parte de lo más importante. Tenerife, en las Islas Canarias, elige en magno evento su soberana de cada año y la fiesta se hace anunciar desde días previos. En Latinoamérica Brasil destaca por sus carnavales turísticos, el sambódromo y sus garotas. Pero no solo Brasil se entrega a esta celebración. Barranquillas en Colombia, con su “Guacherna” o anuncio de la fiesta, que ya es una fiesta, y su también “guerra de las flores”. Las Murgas y candombes de Uruguay, Bolivia con su celebración parte pagana, parte religiosa…

Paralelamente con el orden cívico de carrozas, desfiles y reinas, ha coexistido otras maneras celebrar: “Entrudo” se denominaba en Brasil a una batalla “de todos contra todos, armados con cascarones de huevo rellenos de harina de trigo o de hollín para pintar cuero, así como los elegantemente llamados “limones de olor”, es decir, limones rellenos con agua, orina y otras substancias menos poéticas” (Origen y sentido del Carnaval en Brasil).

https://docs.google.com/document/d/14xRLpSczheMAAY-aKlsUre3UU2KopW3X4zKZ_U48hAM/edit

En Uruguay “(…) basta evocar los baldes y latones de agua cayendo a torrentes desde todas las azoteas de la ciudad, y las feroces guerrillas en las que nuestros antepasados echaron mano a una variada gama de proyectiles, cuanto más contundentes mejor (…) por la noche el juego se suspendía y todo el mundo se disfrazaba para concurrir a los numerosos bailes de máscaras(…)”

(Carnaval y otras fiestas. Milita Alfaro ) https://app.luminpdf.com/viewer/bzexmwzRkoHEa4bCL

En Oruro, Bolivia, la celebración del Carnaval se realiza como ofrenda a la Virgen de la Candelaria, entonces la fiesta, las comparsas y demás actos celebrativos adquieren un sentido religioso…

El Carnaval En Venezuela

Al igual que otros lugares de Latinoamérica y el mundo, los carnavales en Venezuela han transitado diversos caminos y adquirido variadas formas. Se habla de carnavales turísticos de Carúpano y de El Callao. El pasado histórico de los carnavales de Caracas es recordado por sus atractivas carrozas, reinas y comparsas (“Negritas” incluidas), así como por fastuosas noches de bailes que amenizaron reconocidas orquestas y cantantes de fama nacional e internacional.

El Carnaval venezolano también ha transitado en su evolución por momentos de “barbarie”: la celebración popular tenía su punto más divertido en las esquinas donde grupos de jóvenes, de la manera más irreverente, se daban a la tarea de “bañar” con baldes agua y su respectiva mezcla con pintura y otros líquidos a desprevenidos transeúntes.

Otra cara de los carnavales venezolanos son las conocidas “Diversiones orientales”, especie de teatro popular de calle con música y canto en cuyas letras se habla de animales o personajes míticos, demandas sociales, ecológicas o preocupaciones referidas a la salud o bienestar social. Una forma parecida lo constituye el “Entierro de la sardina” en Naiguatá en el que sus participantes con un estilo parecido a la Diversiones incluyen parodias y críticas alusivas a la situación social y al personaje simbólico de la celebración: la Sardina.

Interesante caso de festividad carnavalesca digna de mencionar lo constituyen dos comparsas realizadas durante las Décadas de los años 1980-1990, la primera, producto de un trabajo social y cultural realizado desde el seno de los Talleres de Cultura Popular de la Fundación Bigott, la segunda, en las comunidades del Oeste de Caracas, inspirada en la anterior, pero con un perfil propio y autónomo. Ambas se realizaban durante los sábados conocidos como Octavita de Carnaval.

“La Comparsa de la Bigott”, como se le conocía popularmente, se desarrolló de acuerdo con la Misión Institucional en la cual valorar lo cultural educativo, el patrimonio cultural nacional y los personajes que lo constituyen era parte principal.

La Comparsa de los grupos del Oeste, de cuya práctica era posible deducir algunos importantes objetivos tales como el fortalecimiento de los grupos culturales, sus líderes e ideales, artistas y cultores comunitarios, así como hacer pública sus demandas culturales y sociales.

De ambas quedó una interesante historia aún pendiente por contar, pero sí es posible afirmar que varios de los artistas y líderes culturales del presente realizaron en estas dos experiencias las acciones necesarias para complementar e impulsar la formación que los conduciría hasta lo que hoy son.

Por José Esteban Pérez.

Estas referencias de videos y documentos le permitirán complementar la información: