La curuba se halla en zonas altas americanas y pertenece a la familia de las flores de la pasión o pasionarias que fueron vistas como un hallazgo prodigioso por los misioneros europeos quienes las vieron como señal divina, ya que, a su criterio, las exóticas y fragantes flores de sus especies semejaban los instrumentos de la pasión de Cristo: la corona de espinas y los clavos.
Las numerosas especies de la familia a que pertenece fueron reseñadas en el período colonial por científicos que participaron en la Real Expedición Botánica del Reino de Nueva Granada, quienes las dibujaron cuidadosamente. Estas hermosas láminas coloreadas aún se conservan en el Jardín Botánico de Madrid.
En la región de Los Andes venezolanos es frecuente encontrar este frutal adornando jardines y patios con sus vistosas flores, enredadas las plantas sobre árboles, muros y cercas de la zona, dándoles hermosa apariencia cuando está en floración. El jugo de curuba con leche es muy apreciado entre su población siendo popular su consumo. En esta preparación, la fruta agrega su ácido sabor y su contenido de fósforo, niacina y vitaminas A y C al valor nutritivo de la leche.
Passiflora mollisima Pasifloraceae
Nombres comunes
Curuba, curuba de Castilla, tacso, granadilla cimarrona (Castellano), banana passion fruit (Inglés).
Origen
Región de los Andes Suramericanos.
Clima y suelo
La planta se desarrolla bien en aquellas regiones ubicadas entre los 1.000 y 3.000 metros sobre el nivel del mar, siempre que no ocurran heladas. Prospera en diferentes tipos de suelos, pero no resiste encharcamientos ni períodos secos muy prolongados.
Propagación
Su propagación por semillas es relativamente fácil.
Descripción
Es una planta trepadora, de tallos redondos y amarillentos, del cual se desprenden delgados filamentos conocidos como zarcillos por su forma de enrollarse y que le sirven para trepar. Esta enredadera tiene hojas compuestas por tres lóbulos, recubiertos de finos vellos en ambas caras y con bordes aserrados. Las flores son colgantes, de colores muy vivos: rosa, rojo o anaranjado, que le confieren gran belleza y vistosidad. El fruto es una baya, de forma alargada, parecida a un pepino, de consistencia blanda y de color verde amarillento, de 6 a 12 centímetros de largo y 5 a 4 centímetros de ancho. Está recubierto de una vellosidad que le confiere una textura como de terciopelo. La pulpa es de color anaranjado, con numerosas semillas negras envueltas en una sustancia gelatinosa y translúcida, aromática y ácida, que constituye la parte comestible
Usos
Se puede consumir como fruta fresca pero debido a su fuerte sabor ácido es más comúnmente utilizada para elaborar refrescos, gelatinas, helados, mermeladas, merengadas y cócteles. El atractivo de sus flores la convierte en una planta de valor ornamental para adornar vallas, muros y cercas.
Sin lugar a dudas, la curuba es altamente beneficiosa y un prodigio que podemos encontrar en la región de Los Andes venezolanos. ¡Es una fruta que todos deberíamos probar alguna vez en la vida!
Texto extraído del libro Frutales menores de la tradición venezolana, editado por Fundación Bigott.