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Tradiciones venezolanas

Diablos danzantes de Corpus Christi

Corpus Christi es una festividad de la Iglesia católica, donde se busca resaltar la presencia de Cristo en el Sacramento de la Eucaristía. Antiguamente se celebraba en fecha movible el jueves posterior a la fiesta de La Santísima Trinidad (primer domingo después de Pentecostés). Actualmente y por disposiciones pastorales se realiza ocho días después del Domingo de la Santísima Trinidad.

Dos hechos ocurridos hacia el siglo XIII considerados por las autoridades religiosas como milagrosas, dieron origen a esta celebración en honor al Sacramento de la Eucaristía: una visión de la religiosa Juliana de Cornellon y la vivencia milagrosa experimentada por un cura de Santa Catalina de Bolonia quien en un momento de la misa pudo observar cómo brotaba sangre de la hostia consagrada. A partir de estos hechos y mediante Bula Papal se hace universal la celebración del Corpus Christi. Fue Toledo, en España, una de las primeras ciudades que celebró la festividad del Corpus (1280), a la que le siguieron Sevilla, Barcelona y Gerona, entre otras.

La festividad de Corpus siempre fue realizada con majestuosidad. En ella participaban las autoridades y señores más importantes, así como gremios, comerciantes y artesanos, quienes hacían representaciones de personajes simbólicos donde destacaba la presencia de gigantes y cabezudos, que aludían a autoridades de la época que hacían oposición al cristianismo. También aparecían las figuras de águilas, dragones, tarascas y grupos de “seises”. Entre otras también estaban las representaciones de diablos o “diabladas”.

Esta festividad llega a América con el calendario religioso católico y por eso la encontramos en distintos países, en algunos de ellos con participación de diablos danzantes. Es así como en ciudades de Bolivia, Perú y Panamá se celebra el Corpus Christi con danza de diabladas que se cubren el rostro con grandes máscaras de Diablos.

En cuanto a Venezuela, se tienen noticias de que la fecha más antigua de celebración de Corpus Christi fue hacia 1595 “cuando se escenificaron una comedia y una danza de Melchor Machado titulada »El Dragón de Corpus». En aquella fecha el dragón era acompañado de gigantes y diablitos durante la fiesta de Corpus Christi. Según afirman algunos investigadores, fue en la segunda mitad del siglo XVIII, y como consecuencia de su alto costo, cuando desaparece la presencia de diablos y dragones en las fiestas de Corpus de la ciudad de Caracas.

En cuanto a las poblaciones venezolanas que alguna vez festejaron a Corpus con diablos danzantes se mencionan: El Sombrero y San Rafael de Orituco en el estado Guárico, San Carlos en Cojedes; en Aragua, estado con el mayor número de cofradías de diablos activos, se menciona a San Francisco de Asís, Villa de Cura y Santa Cruz como poblados que en el pasado tuvieron cofradías de danzantes. En Carabobo han existido en Tocuyito, Naguanagua y San Diego. En Miranda también se menciona a la población de Capaya.

Las cofradías de diablos de Corpus, activas hoy, se encuentran especialmente en poblados donde hay una mayoritaria presencia cultural afrovenezolana. Por eso el significativo sincretismo mágico-religioso presente en este rito popular, donde confluye el respeto por los valores de la Iglesia junto a una serie de creencias de carácter profanas. Es posible que en el pasado las cofradías de diablos de Corpus hayan servido entre los negros esclavos, también como una sociedad de mutuo auxilio.

Lejos de desaparecer, las cofradías de Diablos Danzantes tienen hoy día un creciente vigor, aun cuando han sufrido importantes transformaciones a lo largo de su historia tanto en apariencia como en su sentido. Ahora son más vistosos y coloridos que antes. Existe hoy conciencia del valor cultural de estas expresiones, lo que les impulsa a realizar encuentros y una especie de confederación que agrupa todas las cofradías. De esta manera, a la razón devocional, al compromiso de fe, se le suma hoy la conciencia del valor social y cultural. Las cofradías de hoy comprenden el valor de esta expresión cultural como un elemento de identidad colectiva local.

Las cofradías activas actualmente se encuentran en Naiguatá (estado Vargas), Ocumare de la Costa, Cata, Cuyagua, Chuao y Turiamo (Edo. Aragua); San Francisco de Yare (Edo. Miranda); Patanemo, San Millán, Guacara y Canoabo (Edo. Carabobo); Tinaquillo (Edo. Cojedes); San Rafael de Orituco (Edo. Guárico). Aunque cada sector tiene sus características específicas para cada aspecto, entre ellas se encuentran cosas en común como la forma en la que se organizan los actos, la música e instrumentos, el vestuario y accesorios, y el significado social, el cual intenta reafirmar en sus miembros un cierto sentido de pertenencia local y grupal.

Fuente: 1999 Diablos Danzantes de Corpus Christi Diablos Danzantes de Cata.