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Cultura popular

Dulcería Venezolana

By 03/07/2020octubre 5th, 2020No Comments

Cultura y tradición en los fogones

Basta mirar sobre las grandes tradiciones culinarias de un país, para entender que su alimentación es una de las actividades donde mejor se expresa la originalidad y las particularidades de las diversas culturas, pueblos y naciones que conforman a la humanidad.

dulceriaEl desarrollo de la dulcería venezolana está estrechamente ligado a la expansión comercial de la caña de azúcar en el país a partir del siglo XVII, y al aumento del consumo doméstico de papelón, y luego de azúcar al establecerse las grandes centrales azucareras. Las bases culinarias nos la aportaron los españoles quienes nos enseñaron a amar los dulces a través de sus preparaciones preservadas en la soledad de los conventos de monjas. Esos dulces tanto producidos por las monjas como por nuestras abuelas en sus casas, llegaron a representar aparte del deleite para todos los miembros del hogar, ingresos económicos de importancia para el sostenimiento de las familias dirigidas por la madre abandonada, viuda o con ingresos insuficientes.

Preparados por las manos amorosas de amas de casa, ahora los dulces se ofrecían en las vitrinas de las pulperías o eran voceados por las calles por vendedores ambulantes que se convertían en personajes populares. A los gritos de la “torta bejarana”, “conservas de coco”, “melcocha” o “suspiros”; los niños salían a la calle en busca de su merienda a precios irrisorios.

En Venezuela podemos hablar de distintos tipos de dulcería que varían según la región:

La dulcería Andina es conocida como la tierra de los dulces delicados. La tradición se remonta a la colonia, asociada a los conventos religiosos; en el siglo XVI se producían bizcochos y galletas que se exportaban a Cartagena de Indias y a las islas antillanas. Entre estos se destacan dulces como: “el alfandoque”, “el alfajor”, “la melcocha”, “los abrillantados”, “las huecas”, entre muchos otros.

La dulcería Central elaborada en Caracas, por las mujeres que se especializan en la elaboración de suculentos dulces. A manera de postre o como platillo fundamental de meriendas, las preparaciones de la capital se hicieron famosas en todo el país. Entre ellas podemos destacar, “la jalea de guayaba”, “membrillo”, “los ponqués”, “los dulces variados en almíbar”, “las islas flotante”, “los hojaldres”, “el cabello de ángel”.

La dulcería Zuliana, ofrece variadas opciones en el renglón de postres. En Maracaibo los dulces se asocian con festividades de la iglesia. Podemos destacar algunos como: “Huevos chimbos”, “jalea y dulce de hicacos”, “las barretas”, “el dulce de cajil o merey pasado”, “el majarete”, “la mandoca”, “el besito zuliano”, “el dulce de limonsón”

La dulcería de la Costa es tan amplia como los kilómetros de playa que tiene Venezuela. La cocina sucrense cuenta con muchos dulces, entre los que se destacan las cocadas y los besitos de coco. Por otra parte, la dulcería margariteña se puede dividir en tres grupos: la basada en harina de trigo; la que tiene como base las frutas, o también llamadas “conservas”; y una dulcería miscelánea, elaborada con otras materias como ingrediente principal, por ejemplo “el coscorrón o almidoncito”, “la rosca de almidón”, “el suspiro”, “la cajeta”.

La dulcería de Guayana se fundamenta en la fruta del “Merey”. Con su jugo se preparan conservas, confituras y jaleas, y puede también consumirse como un fruto seco. Mientras que con su nuez o semilla tostada se prepara un excelente “turrón”.

dulces venezolanos

En la cocina venezolana encontramos un repertorio de dulces extenso y variado, caracterizado por utilizar distintas técnicas e ingredientes; en cada preparación se ve expresada la multiculturalidad que fue desarrollándose con los avances históricos que ha vivido nuestro país. Hay elaboraciones que no pueden encasillarse en una región determinada, sino que, por el contrario, son patrimonio cultural de las tradiciones populares de Venezuela.