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Tradiciones venezolanas

Festejando al niño Dios: La Serenada y el Niño Perdido

La Navidad es tiempo propicio para festejar al Niño-Dios, En los andes venezolanos son bien conocidas las «paraduras del niño”, el “robo y búsqueda” , así como el día de los “santos inocentes”. Desde mediados de diciembre los lugareños organizan sus pesebres y se da inicio a las distintas fiestas en honor al Niño Jesús que van a prolongarse hasta el 2 de febrero día de La Candelaria.

Afirma Dubuc de Isea que “En Boconó la Fiesta al Niño, es llamada Velorio, Serenada o Rosario del Niño. La paradora es uno de los accidentes de la festividad, y forma parte de un proceso de conjunto que incluye diferentes fases». En el día de la fiesta el dueño de casa ya ha convocado a los músicos y al rezandero y una vez reunidos todos se nombran los padrinos, que en números pares pueden llegar hasta 8 (4 hombres y 4 mujeres).

Con versos y muchos otros que se van entonando mientras el niño pasea a la luz de la luna, van indicando los músicos las acciones que se van sucediendo. La serenada está constituida pues, por ese paseo del niño bajo el sereno de la luna y las estrellas, cuando sale a visitar a otro Niño Jesús que se encuentra en algún pesebre de una casa vecina. Después de cumplirse con los debidos respetos de San José y la Virgen hacia el Niño, que son respondidos por los padrinos, entran a la sala donde, de rodillas, esperan los pastores quienes ofrecerán al Niño para que sea besado por todos. Seguidamente los músicos entonan cánticos de ofrenda y los padrinos ponen los dos Niños parados en el altar del pesebre, para luego rezar el Rosario, con los Misterios cantados.

Niño DiosOtra manera de festejar al Niño Dios y que al igual que la Serenadas está en vías de desaparición es la fiesta del Niño Perdido. Esta se realiza el 6 de enero cuando desfilan personas vestidas como San José y la Virgen, los Tres Reyes Magos y la Santísima Virgen. Esta fiesta se inicia cuando un intruso se roba el Niño de! pesebre de un vecino. Dice Lourdes Dubuc que a la salida el ladrón «tira un volador y se va a otra casa donde lo deposita, en ta misma forma incógnita, tirando otro volador. Los dueños de la última casa saldrán recogerán el Niño y lo guardarán pero no en el pesebre, sino escondido.

Pasan algunos días y la persona que lo dejó en la puerta se identifica y les dice que quiere hacer la fiesta. Después de acceder, el promotor buscará a los pastores, al viejo y la vieja, al bobo, las damas (hombres disfrazados de mujer) y el Capitán (que es el hijo mayor del Niño), y algunas veces, irán también San José y la Virgen, en su burrito, y algunos ángeles. El día de la fiesta sale el cortejo de la casa donde fue robado el niño.

 

Texto extraído del manual para Docentes Danzas Trujillanas, editado por Fundación Bigott.