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Tradiciones venezolanas

Fiesta de Los Negros De San Antonio

San Antonio adquirió en vida fama de milagroso, fue notable teólogo, proclamado Doctor de la Iglesia y canonizado antes de cumplirse un año de su muerte. Si tomamos en cuenta que la Orden Franciscana fue una de las principales encargadas del proceso de catequización en la región, resulta natural que sus compañeros de Orden introdujeran la devoción hacia él entre los grupos recién evangelizados. Su fiesta se celebra el día 13 de junio.

La fe popular lo reconoce como prodigioso y de especial disposición para el hallazgo de cosas perdidas, para requerir la recuperación de la salud y también para conseguir pareja. El hecho de que fuese dedicada su veneración a una Cofradía integrada por negros, explica la presencia de rasgos africanos en las formas populares del culto.

Aún cuando no pueda establecerse con precisión la fecha de inicio de la celebración al modo que hoy la conocemos, debemos relacionarla posterior a la de la fecha de constitución de la Cofradía a él consagrada.

De allí seguramente el nombre con que la comunidad reconoce la conmemoración: Fiesta de los Negros de San Antonio, Baile de Negros, Negros de San Antonio y al propio Santo como Negro Antonio. Recientemente ha sido promovida con el nombre de Tamunangue, registrada a partir de la voz que designa al tambor que forma parte del conjunto de instrumentos musicales empleados en la ocasión.

Aun cuando esta manifestación popular se tiene como propia de El Tocuyo, Curarigua y Sanare, se extiende a otras comunidades cercanas y algunos autores, como Lisandro Alvarado, la identifican como del Estado Falcón. En cada uno de estos lugares un grupo de personas cumple como función específica, la preparación de los actos en honor al Santo, el mismo mes de junio recibe en estos sitios el nombre de “mes de San Antonio”, y durante trece martes anteriores a la fecha de la fiesta, se da comienzo a los rezos y nueve días previos se realiza la novena.

Desde el día anterior puede darse como iniciada la festividad, pueden realizarse bailes por promesa tanto en casas particulares como ante la Iglesia, así como el Velorio del Santo; pero el día 13 se registra una verdadera movilización de la comunidad, que incluye la presencia de grupos de poblaciones vecinas sumados al homenaje. Se hacen los consabidos repiques de campana en la Iglesia desde el mediodía anterior y también por la tarde, en la preparación del altar y las andas se expresa una generosa variedad y colorido de los ramos de flores.

La noche del 12 se realiza el velorio del Santo y para la mañana del día 13, el repique de las campanas tiene un fondo de fuegos artificiales, hay una verdadera movilización de los pobladores hacia la Iglesia y las gentes usan sus mejores atavíos. En el baile en homenaje a San Antonio destaca el uso de varas, muchas veces ornamentadas según Olivares Figueroa “la vara de azucenas con que le representa la iconografía tradicional, figura en manos de los bailadores’’.

Este ritual popular en las poblaciones del Estado Lara está constituido por etapas que de modo regular siguen el orden siguiente: Salve, La Batalla, La Bella, La Juruminga, El Yiyivamos, El Poco a Poco, La Perrendenga, El Galerón y El Seis Figuriao.

Texto extraído de la Revista Bigott #11, editada por Fundación Bigott en el año 1987.