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Artículos Revista Bigott

Un joropo resguardado por dos familias

Iniciamos la publicación de artículos extraidos de la Revista Bigott. En esta oportunidad, el artúculo «Un joropo resguardado por dos familias», escrito por Marco Tulio Socorro M. que vino publicado en la Revista Bigott/N° 33 del año1995/72-79.

Aunque escasamente difundido, el joropo guayanés de bandola sigue existiendo y se niega a ser arropado por el joropo llanero de arpa, que cruza el Orinoco para invadir sus predios. Dos familias de Ciudad Bolívar –los Pantoja y los Hurtado– constituyen el bastión donde se preserva y multiplica esta expresión terca y original de Guayana.

…  El joropo guayanés se interpreta con cuatro, arpa y bandola, pero prescinde del arpa al contrario de las variedades llanera y mirandina, y nunca se hace con guitarra y mandolina, como en el Oriente, aunque por supuesto guarda un estrecho parentesco con todas estas manifestaciones.

… La supervivencia del joropo guayanés depende prácticamente de las personas aquí citadas. De momento, con lo único que se puede contar es con que los jóvenes y los niños de las familias Pantoja y Hurtado lo reciben como una herencia familiar. Falta ver qué frutos darán las diligencias de Cheo Hurtado.

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