La cultura popular venezolana es una manifestación de extraordinaria fuerza expresiva, en la cual se combina la herencia tradicional con la incorporación de nuevos elementos producto de la experimentación de los artistas.
A la mayoría de nuestros creadores se le hace muy fácil el manejo de las formas tridimensionales por su habilidad para usar diferentes medios plásticos, su destreza manual y su experiencia de restaurar o hacer imágenes, figuras para pesebres, máscaras, trajes, juguetes y enseres domésticos o de trabajo. En muchos casos las culturas vienen a ser la expresión más acabada de una búsqueda de volumen que se evidencia en los relieves en las texturas que muchas veces incorporan a la pintura.
Por estar tan arraigada en Venezuela la asociación del término talla con la imaginería en madera, en el ámbito de la producción popular se tiende a considerar como escultura a la talla en piedra, así como el modelado y ensamblado en cemento y otros materiales, diferenciándolos a su vez del modelado en arcilla, conocido como modelado cerámico o “barro figureado”.
Muchos artistas han utilizado elementos como el hierro, alambre, anime, papel, maché, textiles, pasta y otros incluso instalaciones eléctricas, para crear estructuras tridimensionales y lograr relieves con técnicas mixtas sobre soportes planos. Junto al “El hombre del anillo” fueron precursores en la escultura con cemento los ya fallecidos Lucidio Useche, en carabobo y Manuel Cabrera en Trujillo, quién daba forma a sus figuras directamente en el concreto, sin usar moldes.
En el caso de la piedra, su trabajo está muy asociado a las características y localización del material, por lo cual su pequeño y mediano formato. En Boconó, estado Trujillo, destacan José Manuel Torrealba, Fidel Villegas, Gerardo Espinoza y Ender Hidalgo; mientras que en el estado Carabobo, en el núcleo Maríara Aguascalientes están Jimmy Alvarado, Juan Bautista Zárate y otros seguidores de Daniel Herrera. Algunos artistas, utilizando diferentes tipos de estructura, como los de cabilla y alambrada que emplea el “hombre del anillo” le dan forma sus esculturas con una variedad de materiales y elementos creando figuras de gran formato, cómo hacen Elvia Armas y Felicinda Salazar. Otros, como Daniel García volcán, han empleado técnicas de soldar metales para sus ensamblajes.
Muchos artistas logran diferentes texturas a través de la utilización de materiales orgánicos y desechos, así como, con mezclas de su propia invención. En esta tendencia se ubican Antonio José Fernández Nabor Terán, y Lucila Guevara. El primero usa cemento, pego y arena para hacer sus grandes formas de superficie irregular, dándole color a base de esmaltes brillantes y contrastados. Tanto Lucila Guevara, al hacer sus imágenes, como Nabor Terán para sus relieves y figuras, utilizan pastas moldeables creadas por ellos mismos, que al secarse se vuelven duras e irrompibles. Sobre ellas aplican color, al igual que Antonia Azuaje con sus creaciones de papel maché para lograr una resolución y acabado de la obra. Muchos artistas que comienzan trabajando lo tridimensional, a través de medios tales como la talla, el relieve en madera y el modelado en barro, incursionan después en el modelado en cemento como en hechos José Aristimuño y María Antonia Urbina.
Fuente: Arte popular – Atlas de tradiciones venezolanas.