Las celebraciones y conmemoraciones tradicionales de Venezuela que aparecen en el presente calendario, son parte del patrimonio cultural nacional, bien colectivo de todos los venezolanos que como tal debe ser conocido y divulgado por el Estado y las organizaciones interesadas en la valoración de la herencia cultural de nuestro pueblo. Todas están ceñidas a fechas establecidas por el calendario católico, instaurado desde la época colonial. Muchas están vinculadas a eventos religiosos y se realizan dentro o fuera de las iglesias. Otras son procesiones burlescas y danzas que se llevan a cabo en calles de pueblos y ciudades, en fechas o períodos asociados al calendario religioso y que, aparentemente, no tienen conexión con la Iglesia. Todas forman parte de lo que la UNESCO -Organización de las Naciones Unidas para la Ciencia y la Cultura- ha denominado Patrimonio Intangible o Patrimonio Vivo, al que considera componente Importante de la herencia cultural de cada país y en general de la humanidad. Para salvaguardar la inmensa variedad de manifestaciones presentes tanto en nuestro país como en el mundo, UNESCO ha sugerido a los estados miembros de la organización, introducir en los estudios formales y no formales la enseñanza de los elementos que conforman el patrimonio vivo de cada país y de sus expresiones regionales y locales. De esta manera se induce en la población su conocimiento y respeto, así como el estímulo para la realización de investigaciones sobre las diversas manifestaciones transmitidas oralmente, por imitación o participación en las actividades tradicionales de cada comunidad, de una a otra generación desde tiempos inmemoriales. Muchas de estas manifestaciones así como su motivación, raíces históricas y funciones de las organizaciones encargadas en cada localidad de llevar adelante el desarrollo de las celebraciones populares y los eventos asociados, son desconocidas por gran parte de nuestra población.
Ejemplo de solidaridad
Cofradías, hermandades o sociedades son el motor principal de estas celebraciones. Las personas que participan como miembros de estas asociaciones lo hacen por devoción o tradición, sin ningún interés económico. En ocasiones, el cargo de directivo principal pasa por herencia de padre a hijo, en cada uno de sus integrantes se desarrollan paulatinamente capacidades para trabajar en equipo y se consolidan vigorosos lazos de solidaridad entre sus integrantes y la comunidad; son especialmente evidentes en casos de enfermedad, muerte o penurias económicas. Por ejemplo, los devotos del Santísimo Sacramento de San Francisco de Yare danzan ante las puertas del cementerio de la localidad la víspera del día de Corpus Christi, y rinden así homenaje a cofrades fallecidos. Todos los integrantes de Sociedades de Diablos Danzantes visitan altares en hogares de enfermos de la asociación o sus familiares, para solicitar la poderosa intercesión del Santísimo en su sanación. Hay once cofradías del Santísimo Sacramento y todos se consideran como hermanos y como tales se socorren en caso de necesidad.
Estos lazos de unión y solidaridad se refuerzan aún más en las reuniones que, para consumir una comida en común, llevan a cabo los miembros de la junta directiva, socios de cofradías y participantes una vez finalizadas las celebraciones.
Texto extraído del Calendario de Fiestas Tradicionales editado por Fundación Bigott.