El acto creativo fusiona toda la complejidad de la personalidad del artista, su socialización, percepción individual de la realidad y experiencia de vida, así como su sensibilidad y agudeza para observar su entorno y convertirse en un descubridor e inventor. En este proceso, como dice Roberto Guevara, el artista toma conciencia de que el arte es representación y el mundo en su sentido absoluto queda afuera. Entonces, entre el hombre sujeto y el mundo objeto se tiende el puente de la representación que en casos de exaltación puede volverse un laberinto.
Este deseo humano de representar en lo visual los contenidos de la memoria, la percepción y la emoción, abre un espacio creativo de infinitas posibilidades, que se ha traducido a lo largo de la historia, en múltiples planteamientos conceptuales escuelas de pensamiento y de arte con sus respectivos cánones y pautas. Sin embargo, en este proceso representativo y expresivo, es fundamental la distinción que establece Alfredo Boulton entre oficio y arte, la gran diferencia que hay entre el dominio de los instrumentos y conocimientos, y la sintiera emoción y capacidad intuitiva y natural para ejercer lo. En las confluencias de ese espacio se ubicará el verdadero artista, caracterizándose por la complejidad y riqueza de su mundo interior, la singularidad de su proceso creativo, su capacidad de trascender su contexto propio, configurando un lenguaje plástico distintivo para dar forma a su reconstrucción particular del mundo. Partiendo de esta visión del artista y aplicando al creador lo que dice José Antonio Navarrete al hablar del coleccionismo, podemos considerar que un creador distinguido será aquel cuya obra tenga la cualidad de resultar sobresaliente.
Dentro del Arte Popular la máxima expresión de excelencia viene dada, como dice Perán Erminy, por aquellos artistas que han logrado crear un estilo propio e inconfundible y un lenguaje plástico original, que no imitan modelos precedentes ni recurren a la aplicación de fórmulas repetidas, que pueden conmovernos con la belleza y la expresividad de sus obras y que han desarrollado una trayectoria seria y consistente. En el riquísimo universo creativo del arte popular venezolano hay muchos artistas que reúnen las condiciones para ser considerados Maestros del Arte.
Los creadores que se presentan a continuación constituyen una selección representativa de ese universo, escogidos tanto en función de sus méritos artísticos en diversas modalidades expresivas, como de su condición de actores de excepción dentro del proceso histórico de descubrimiento, reconocimiento y difusión del arte popular venezolano contemporáneo. También presentan la característica de haber tenido un tiempo de permanencia suficiente en el medio artístico que-aunque en algunos casos fue corto cronológicamente les permitió la proyección, reconocimiento y conservación de su obra. De muchos que irrumpieron como destellos fulgurantes en el firmamento de la plástica, pero cuyas circunstancias hizo apagarse tempranamente su luz, nos queda el registro de su vida y obra gracias al esfuerzo de investigadores como Francisco Da Antonio, Juan Calzadila y Rafael Pineda.
Fuente: Atlas de tradiciones venezolanas.
