En los primeros decenios del siglo XX, Caracas vio desarrollarse el merengue caraqueño, género musical que llegó a convertirse en símbolo de la ciudad. Así como el tango en Buenos Aires o el choro en Río de Janeiro, el merengue, alegre y festivo, se adueñó del ambiente musical popular, expresando como pocos la chispa y alegría de vivir de los caraqueños. Sobre el origen de la denominación merengue para un género musical se manejan varias hipótesis formuladas por estudiosos de la música del Caribe, ya que existen o han existido géneros con ese nombre en varios países del área, además de Venezuela: Santo Domingo, Haití, Puerto Rico, Cuba y Colombia. Si algunos sugieren que proviene del francés meringue. nombre del dulce llamado suspiro en Venezuela y merengue en España: otros piensan que deriva de vocablos africanos, como, muserengue o engue.
Las referencias musicales más antiguas que se tienen del merengue en Venezuela son unas partituras de danza-merengue de la segunda mitad del siglo XIX. Es frecuente en la cuenca del mar Caribe el fenómeno de transformación de la contradanza —de origen europeo y muy de moda como música bailable durante todo el siglo XIX—, en géneros locales llamados danza, próximos a la contradanza y a muchos de los bailes de salón de las familias más adineradas del Caribe hispanoparlante de la época.
Estas danzas fueron a su vez el origen de importantes géneros de música popular (por ejemplo, el danzón y el son cubanos). En el caso de la Venezuela del siglo pasado, la danza cuenta con una primera parte al estilo de la contradanza, y se diferencia de ésta en su segunda parte, al adoptar la figura del tresillo al inicio de la mayoría de sus compases. La melodía del merengue es particularmente vivaz y asombra por la complejidad rítmica aportada por la tan poco común división del compás en cinco tiempos y sus posibles subdivisiones.
La temática de la letra es variada, suele referirse a la cotidianidad de la vida del caraqueño y a los grandes acontecimientos del país, pero siempre con mucho humor, picardía y a veces doble sentido.
El paso básico de baile que se conoce del merengue caraqueño se ejecuta sobre dos compases y puede estar acompañado de marcados movimientos de cadera, por lo que ha sido descrito por sus detractores como soez, lascivo o grosero. Esta forma de baile ha sido llamada “rucaneo”, término de origen poco claro.
Texto extraído de la Revista Bigott #27, editada por Fundación Bigott.
