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Patrimonio cultural

Nuestros instrumentos de viento

Cada pueblo deja huella de los cantos y ritmos que por siglos le han identificado a través de lo único material que tiene la música: sus instrumentos. Estos dan pista del origen, desarrollo y significado que ha tenido la música para aquellos a quienes ha pertenecido. Por eso a través de nuestros instrumentos tradicionales los venezolanos podemos rastrear toda una historia de símbolos, afectos y mestizajes.

Primero fueron los indígenas, quienes, utilizando huesos, caracoles y el tronco hueco de algunas plantas, hicieron flautas verticales, trompetas y flautas de carrizo para invocar a sus dioses, buscando así atraer las fuerzas bondadosas del más allá para dar beneficio y protección a las cosechas y las gentes. Por eso los instrumentos indígenas han sido ejecutados por hombres especiales: chamanes o maremare, encargados de hacer la música sagrada; y también responsables de usar la maraca con fines de curación.

Los instrumentos que producen sonido vibración el aire reciben el al poner en nombre de aerófonos. En nuestra cultura la mayor parte de estos instrumentos son de origen indígena. Algunos ponen en una, vibración una corriente de aire que proviene de la nariz o la boca del ejecutante y que es contenida dentro del instrumento. Estos pueden tener dispositivos para interrumpir la corriente y así variar el sonido. Otros, denominados aerófonos libres, hacen vibrar una Corriente de aire en torno del instrumento, mediante la rotación continua y enérgica de éste, como es el caso del palo zumbador.

Los carrizos pertenecen al grupo de las flautas de pan que consisten en flautas constituidas por más de dos tubos de diferente tamaño. Estos tubos están construidos de caña y atados entre sí de mayor a menor. Los carrizos también son Ilamados caramillos. Según su sonoridad y por tradición indígena, a estos instrumentos se le suelen atribuir características de género: los carrizos hembra llevan la melodía y los carrizos machos la siguen. Estos instrumentos son de reconocida tradición en la región oriental de nuestro país y en el estado Guárico. Su ejecución está asociada a festividades de Ciclo de Navidad y a algunas ocasiones especiales. También son utilizados para acompañar danzas de origen indígena.

Las turas son flautas que se construyen con caña y pertenecen al grupo de las longitudinales. Consisten en flautas de un solo canal con un número de agujeros que varía de dos a cuatro. En la parte inferior, el corte del extremo coincide con un nudo y en la parte reservada para soplar poseen un corte en forma de “W”. Las turas también poseen atributos de enero según el tamaño y el sonido que producen, de manera que se conoce la tura grande macho y la hembra. Las llamadas hembras son cortas y abultadas y las macho alargadas y más estrechas. Estos instrumentos son empleados en la fiesta de Las Turas, rito agrícola propio de las poblaciones limítrofes de los estados Falcón y Lara. Entre las trompetas naturales usadas por la población criolla destacan los cachos o cuernos y la guarura o caracol. Los cachos o cuernos son vaciados y generalmente las puntas cortadas en bisel y pulidas. Son ejecutados predominantemente por hombres y se emplean en la interpretación de música del ciclo navideño en los estados centrales y en la celebración del Baile del Mono en el estado Monagas. Los cachos de las turas, utilizados en la celebración del mismo nombre, son construidos con cráneos secos de venado y en el orificio inferior se les coloca cera natural para facilitar la emisión del sonido.

La guarura o caracol se utiliza como instrumento acompañante en algunas fiestas celebradas durante el ciclo de la Navidad: la danza de los Pastores de San Miguel de Boconó, en el estado Trujllo y el Baile del Mono en Caicara de Maturin, estado Monagas.

No hay duda que el tiempo y las circunstancias históricas se encargaron de hermanar a esos sonidos surgidos de distintas raíces para conformar un mestizaje instrumental que hoy día es considerado como una muestra de nuestra identidad cultural.