“(…) encontré que había mucha cercanía entre baile y juego: cuando la pareja juega al bailar se acerca al ritual de cortejo, y construye un momento fascinante que pasa por un ánimo más lúdico, más creativo y más libre” (Amparo Sevilla)
Los fines de semana en la Plaza El Venezolano (Caracas), doñas, señores, jóvenes y, eventualmente niños, son poseídos por una magia que les hace sacudir hombros, caderas, pies y timbra el cuerpo entero. Allí todos los fines de semana, ¡hay un baile prendío!
En esa céntrica plaza las guarachas, sones, danzones y todo lo que el encargado de la música vaya seleccionando de su extenso repertorio Caribe, son el estimulante por el cual la gente se tira al ruedo. Hay, entre los bailadores, virtuosos que demuestran admirable dominio y gracia, también los hay con movimientos más tímidos. Ninguno pierde el compás. Incluso aquellos que no se atreven y, desde lejitos, se conforman con mirar, pero sin dejar de moverse al ritmo de lo que suena.
El ambiente es contagioso y mantiene a dos bloques permanentemente hechizados hasta el fin de la jornada: los activos bailadores, y los espectadores quienes, sentados, de pie o en permanente movimiento, siguen el evento, algunos en espera de una oportunidad para lanzarse, otros para solazarse del espectáculo.
¿Desde cuándo se baila?
Estiman los expertos en miles de años la data de este fenómeno social, aunque “Nunca se sabrá en qué momento alguien alzó los brazos por primera vez y dio un giro y unos leves pasos hacia un lado y hacia otro —y bailó—. Las aves y las abejas ya lo hacían a su manera mucho antes”.
(LOS JUEGOS, LAS DANZAS Y BAILES POPULARES EN EDUCACIÓN INFANTIL:
https://drive.google.com/drive/folders/1vfgbcvmiKCnfqUGynyEU6eJZpSBGhspi)
Los expertos hablan de pinturas rupestres antiquísimas que testimonian el hecho de la danza de las cuales se ha podido deducir su función social. Con el baile, se habría contribuido a organizar tareas en las comunidades de los pueblos primitivos.
Para unos, el baile pudo haber tenido origen religioso. Adorar a las divinidades sería de las razones más importantes en sus inicios. Luego evolucionó tanto en función como en formas.
El baile es expresión de la sociedad, es como un lenguaje universal. No necesitas hablar otro idioma para bailar con alguien de lengua diferente. Con gestos y movimientos rítmicos de la danza puedes comunicar ideas y sentimientos fácilmente inteligible por un público de procedencia diversa.
¿Qué función cumple?
Bailar es un hechizo que la música ejerce sobre las emociones humanas, altera el comportamiento, y hace que nuestra personalidad sea otra. Bailar en criollo venezolano se denomina “Rumbear”, “Echar un pie”, “mover el esqueleto” y otras expresiones populares con las que aluden a este acto. En la actualidad la función que cumple el baile entre los seres humanos es variada. Bastaría con nombrar algunos de las más habituales formas de danzar en nuestro entorno, lugar y motivos por el cual se realiza. Ejemplo, los que se muestran sobre un escenario artísticos en el mundo del espectáculo, los que se hacen como ofrenda ante símbolos sagrados, caso de los bailes religiosos tradicionales. Por último, aquellos que ocurren en una celebración familiar o comunitaria cuyo motivo es meramente festivo-recreativo.
El Ballet, la danza contemporánea, la danza moderna, son bailes que se hacen en escenarios teatrales. Las danzas sagradas ocurren en recintos destinados al culto, su fin es la comunicación con lo divino, con el ser supremo que congrega la comunidad a la que pertenecen. En la antigüedad las danzas de culto egipcio al sol o las Dionisíacas en Grecia cumplían esa función, igual las que realizaban, o realizan, las culturas originarias de América a sus dioses. Por extensión, pertenecen a esta categoría las danzas de la religiosidad popular que, en el caso Venezuela, se ofrendan a símbolos sagrados del santoral católico.
Indudablemente, el baile en la Plaza El Venezolano, citado al inicio de este texto, pertenece a la última categoría (festivo-recreativo). Amparo Sevilla lo llama “bailes populares”. Amparo, quien además es bailarina y antropólogo, encontró “mucha cercanía entre baile y juego: cuando la pareja juega al bailar se acerca al ritual de cortejo, y construye un momento fascinante que pasa por un ánimo más lúdico, más creativo y más libre..(Amparo Sevilla: “La gente necesita bailar, sea como sea” https://dantzan.eus/fitxategiak/la-gente-necesita-bailar-sea-como-sea-amparo-sevilla/ )
Bailar y cortejar, bailar y jugar, entonces, pareciera tener relación muy íntima. Bailar es también un ejercicio, una dinámica corporal compartida entre dos, o más, dependiendo del baile, las parejas realizan movimientos compartidos: un pie se mueve para atrás, el otro lo sigue, él toma su cintura, ella coloca una mano sobre su hombro, él le hace una suave presión y ella interpreta, acertadamente, que deben realizar un giro siguiendo la dirección del leve empujoncito. Esta especie de comunicación corporal conduce al disfrute tácito o algo más complejo entre las parejas, nunca se sabe…
¿Por qué es tan atractivo el baile?
Bailar guarda entre sus ingredientes misteriosos: porciones importantes de energía estimulante, sensación de libertad y juego. Esos ingredientes conforman la pócima secreta que provoca fascinación, adicción, a quienes la practican. “Puedes ver a señores de noventa años que cuando termina la danza los tienen que cargar para que sigan caminando, pero que al bailar lo hacen como un adolescente” (Sevilla A.).
Contaba la Madama Cleotilde Billings, personaje importante de los Carnavales de El Callao y Caracas, que cuando era jovencita, durante los Carnavales de su tierra, escapaba de casa desafiando la rígida autoridad materna para ir a bailar en las comparsas. Bailar fue una de sus principales motivaciones.
Pero no todas las danzas, según Amparo Sevilla, ejercen este tipo de sensación: “En la danza escénica hay mucha preocupación por la técnica, pero poca ocupación en permitir que cada ser humano encuentre su propia forma expresiva (..) Con el baile académico no sentía que era yo, era un modelo que se me imponía(…) Yo no disfrutaba. Así veo a la mayoría de los estudiantes profesionales de danza; pocos han encontrado su propio sentir corporal, lo que ahí importa son las tendencias estéticas”
Una breve encuesta en la bailanta de la Plaza El Venezolano pudiéramos obtener como resultado: el predominio de adultos mayores entre los concurrentes, deseo de evocar experiencias vividas durante su juventud, disfrutar la compañía, el baile, la música y la embriagante sensación que dan todas esas cosas juntas.
Bailar es algo más complejo e importante que sólo moverse, se baila por disfrute, pero también para comunicar, ideas y sentimientos, más que la técnica, es la sensación de libertad lo que se disfruta, bailar hipnotiza tanto a quien lo hace como a quien observa. ¿Bailamos?
Escrito por: José Esteban Pérez Sira
Videos
Antonio Banderas – Déjate llevar – La filosofía del baile (3:13)
https://www.youtube.com/watch?v=ieEacF6hvvA
Filosofía de la danza (23:21)
https://www.youtube.com/watch?v=tx3oMlJUdx4
Explicación de qué es la danza…
¿Qué es la danza? (2:14)
https://www.youtube.com/watch?v=8xPbL08bkAM
Bibliografía
Amparo Sevilla: “La gente necesita bailar, sea como sea”
https://dantzan.eus/fitxategiak/la-gente-necesita-bailar-sea-como-sea-amparo-sevilla/
Cuerpos de maíz: las danzas agrícolas de la Huasteca.
http://deas.inah.gob.mx/images/contenido/amparosev/librocuerposmaiz.pdf
Amparo Sevilla.
Movimiento, cuerpo y cultura: perspectivas socio-antropológicas sobre el cuerpo en la danza. Mora, Ana Sabrina. https://www.aacademica.org/000-027/644.pdf
Ritmo y Seducción / Déjate Llevar (1:57:03)
http://www.cinetux.io/pelicula/ver-ritmo-y-seduccion-dejate-llevar-online/