La virgen María es venerada en todas las regiones de nuestro país, a través de distintas imágenes o nombres, sin embargo, siempre simboliza a la madre del hijo de Dios. Esta devoción representa una buena parte de las celebraciones llevadas a cabo en muchos pueblos y ciudades de Venezuela en variadas fechas.
La población venezolana, contiene en sus tradiciones religiosas la devoción a un símbolo religioso católico, esta devoción es cultivada a través de una serie de rituales culturales que provienen de las antiguas poblaciones indígenas y sus descendientes.
Una de las tradiciones religiosas más arraigadas en los venezolanos proveniente de la colonia, es la celebración en honor a La Virgen del Valle, cuyo origen se remonta al siglo XVI. En 1541, un huracán azotó la ciudad de Nueva Cádiz de Cubagua. De este trágico evento solo se logró salvar la imagen de la Inmaculada Concepción que luego, se enalteció en la iglesia de Nuestra Señora. Posteriormente, en enero de 1542, la imagen es llevada a la isla de Margarita por el Fray Francisco de Villacorta, quien la dispuso en una ermita del Valle del Espíritu Santo. Desde ese momento y hasta nuestros días, esa imagen fue llamada popularmente “Virgen del Valle”. El acto litúrgico de la imagen se realizó el 8 de septiembre de 1911, fecha en la cual se le celebra cada año.
La Virgen del Valle, patrona del oriente venezolano, llamada de distintas formas como la «vallita» o «la purísima», tiene su santuario ubicado en la población del Valle, en el Estado Nueva Esparta, en la Basílica menor de Nuestra Señora del Valle. En la actualidad, las celebraciones comienzan el primero de septiembre, época en la que se baja la imagen del altar mayor y comienzan los preparativos para el 8 de septiembre, día de su conmemoración. La imagen de la virgen es colocada en las puertas y ventanas de las comunidades, y alrededor de la iglesia, se instalan vendedores de dulces y recuerdos para vender imágenes de la virgen a los devotos que visitan el templo con la finalidad de solicitar ayudas y bendiciones.
De este mismo modo, en Cumaná, cada portal de las casas en la parroquia de Altagracia se coloca una Imagen de la Virgen, cuadros, velas y flores en pequeños altares provisionales, las familias se organizan para alternar la novena o el rosarlo ofreciendo comidas y bebidas. Después de la procesión oficial, presidida por el sacerdote de la comunidad en el atrio de la iglesia, se traen variadas imágenes para recibir a la patrona de los pescadores que viene de regreso; cada una va adornada en nichos o carrozas en forma de barco, conchas marinas, arcos de flores o abanicos de encajes.
Por su parte, la virgen de Coromoto es conocida como la Patrona de Venezuela. Su aparición ocurrió hace más de 300 años en Guanare, y una de sus fechas emblemáticas es el 11 de septiembre, día en el que se recuerda su aparición en dicha ciudad y día en el que se coronó como patrona de Venezuela. Esta deidad se le presentó al Cacique de una tribu llamada «Los Cospe» en dos oportunidades. En la primera de ellas, el cacique iba pasando por un riachuelo en busca de comida, allí se le aparece para darle un importante mensaje: “Vayan casa de los blancos y pídanles que les echen agua en la cabeza para poder ir al cielo…”.
Hasta los momentos, no se ha podido determinar de dónde proviene su apodo, pero podría provenir del nombre del indígena o del lugar donde se presentó. No obstante, este lugar en el que la Virgen se manifestó por primera vez es hoy en día un sitio de peregrinación para los devotos, quienes acuden para conocer la historia de la aparición, y también para mojarse con las aguas que se consideran benditas.
La Virgen se le aparece por segunda vez al Cacique, en esta oportunidad él intenta empujarla y sacarla fuera, pero en vez de sujetarla, queda en su mano una reliquia luminosa. Este símbolo se encuentra en un relicario de oro y piedras preciosas, en el moderno santuario construido para su veneración.
Cada 8 de septiembre, a partir de las 4 de la tarde se lleva a cabo una procesión hasta el campo de la coronación, luego, después de la misa comienza la procesión de las velas trasladando a la Virgen hasta la catedral de Guanare, mientras que en el camino se van observando representaciones vivientes alegóricas a ella. Los venezolanos suelen orarle a la virgen de Coromoto y su bendición y guía.